Jorge Anselmo tiene 39 años, un gran conocimiento de temas ambientales y está en proceso de reincorporación. También es técnico en ecoturismo del proyecto Ser Putumayo, con lo cual ha encontrado nuevas oportunidades de vida y nuevas formas de apostarle a la paz. Esta es su historia.Entrevistador: Attila Lenti*

¿Cuál fue tu experiencia en la guerrilla, en qué departamentos estuviste y en qué rol? ¿Cómo evalúas esta experiencia en tu vida?

Me fui a la guerrilla de Cali, por Cauca, por motivos políticos. Participé en manifestaciones pacíficas contra la privatización de la salud y de la educación. Fui amenazado en varias ocasiones y allí tomé la decisión de ingresar a las Farc. Estuve en el Huila, luego en el Cauca, de allí me trasladaron a la zona de despeje en San Vicente de Caguán. Luego estuve en el Guaviare, en el Meta, en el Caquetá, Putumayo y Amazonas.

¿Cómo fue tu proceso de dejación de armas y de reincorporación hasta el momento, cuáles son sus grandes lecciones?

Nos informaron del proceso de paz y de sus puntos, luego llegamos al Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR). Hicimos la dejación de armas allí en el ETCR. Uno de los primeros fusiles que se entregaron fue el mío, con otros dos compañeros porque nosotros ya estábamos en pedagogía de paz. Nosotros le apostamos a la paz, hicimos la dejación de armas con el corazón en la mano, cumplimos y estamos cumpliendo hasta el momento. Los que hemos vivido en carne propia la guerra, sabemos que hay que cerrar este capítulo de la confrontación y abrir un nuevo capítulo de paz, armonía, fraternidad, donde no nos maten por pensar diferente, donde haya oportunidad de educación, salud, vivienda.

Otra gran lección es la salida negociada del conflicto. El poder del diálogo, con voluntad de las partes. Buscar por las vías democráticas una alternativa diferente a la guerra, pero con cambios estructurales en Colombia. En educación, en salud, en vivienda, en recreación, en oportunidades y una reforma rural integral que beneficie al campesino.

¿Cómo llegaste al proyecto SERPUTUMAYO y cuál es tu trabajo dentro del proyecto?

Conocí sobre el proyecto en el ETCR en un diálogo con la ONG Húngaro-Colombiana de Desarrollo Rural, una de las entidades participantes. Cuando ya salió nuestra cooperativa, COMUCCOM, empezó la ejecución del proyecto y ya supimos que cinco personas del ETCR podían ingresar al proyecto a trabajar. Yo no había tenido la oportunidad de tener un sueldo, porque por muchos años estuve en la guerra y ahora la vida me dio esta nueva oportunidad. En el proyecto Ser Putumayo, me he desempeñado como puente entre la entidad coordinadora Corpoamazonia, el ETCR y las dos cooperativas que tenemos. Trabajo además en el componente del turismo, para desarrollar con las cooperativas un tipo de turismo que cuente cómo vivíamos, qué hacíamos y cómo convivíamos en medio de la guerra. Para contarle nuestra memoria histórica a la gente y decirles que la salida del conflicto no es por la vía armada, sino por medio del diálogo.

¿Cómo ha contribuido el proyecto a tu proceso de reincorporación personal hasta el momento? ¿Cuáles han sido las dificultades y qué aprendizajes has tenido a nivel personal?

Pues una dificultad es que la vida ahora es muy costosa. El trabajo me ha ayudado mucho económicamente y en experiencia laboral. Espero seguir trabajando para tener la oportunidad de estudiar. Gracias al proyecto he conocido a mucha gente, he participado en muchas reuniones, he podido dar a conocer lo que estamos haciendo y que estamos en un proceso de reincorporación. Que somos personas que venimos a aportar a la sociedad con ideas, siempre unidos.

¿Cómo ves las posibilidades del proyecto en cuanto a sus aportes a la reincorporación de los excombatientes y a la Paz?

Estamos buscando oportunidades de poder trabajar y de materializar nuestros sueños. No contamos con agua potable por lo que es muy importante este componente del proyecto. La gente está a la expectativa. La asesoría que nos han dado en piscicultura es importante porque es el fuerte de nuestra cooperativa. Esperamos que podamos implementar el ecoturismo para generar oportunidades y empleo. En cuanto a la ganadería, eso también genera oportunidades de trabajo. Va a ser un ejemplo para las comunidades porque la ganadería del Putumayo se hace en una forma extensiva, sin tener en cuenta el daño que produce al medio ambiente. Con la experiencia tendremos la oportunidad de capacitar las comunidades.

¿Cómo ves las perspectivas del ecoturismo en la región?

Si las circunstancias en el territorio lo permiten, ya que la conflictividad se está agudizando, el proyecto puede implementar turismo amigable con el medio ambiente. Ojalá las comunidades que tienen ideas y que viven en paisajes hermosos, puedan visibilizar y aprovechar estos territorios sin afectar su originalidad, para que lleguen recursos a las comunidades. En el Putumayo hay mucha pobreza, miseria. Ojalá tengan la oportunidad de trabajar y de tener una mejor forma de vida.

¿Cómo te ves de aquí en 10 años? ¿Cuáles son tus sueños profesionales y personales?

Los sueños profesionales que tengo son poder estudiar en una universidad, y tener la oportunidad de ser profesional. Cuando fui civil, pensaba en estudiar Derecho. Con todo lo que he vivido, me ha gustado la Ciencia Política, pero también me gustaría apostarle a algo que tenga que ver con lo ambiental. Eventualmente, Ingeniería Ambiental. También me gustaría tener una forma de vida distinta, tener una casa propia, un sitio donde llegar. Comparto algunos sueños colectivos. En 10 años me gustaría ver que ya no maten a un líder social, que no maten a una persona por pensar diferente, que podamos vivir en paz, en armonía, en tranquilidad, en fraternidad, éste es mi gran sueño.

* La presente publicación ha sido elaborada con el apoyo financiero del Fondo Europeo para la Paz. Su contenido es responsabilidad exclusiva del entrevistador Attila Lenti, profesional del proyecto SERPUTUMAYO, y no necesariamente refleja los puntos de vista de la Unión Europea.