La sostenibilidad ambiental y la paz son dos de las grandes apuestas que la Unión Europea (UE) apoya firmemente en Colombia. A través del Fondo Europeo para la Paz, la UE acompaña diversas iniciativas comprometidas con la conservación de los recursos naturales en territorios que han sido afectados por el conflicto armado.

En Colombia son cada vez más numerosas las comunidades comprometidas con la sostenibilidad medioambiental y con la construcción de paz en los territorios. Hoy haremos un recorrido por distintas latitudes del país, para reconocer la labor de mujeres y hombres que lideran algunas de las iniciativas generadoras de ingresos puestas en marcha bajo estos principios, y financiadas por el Fondo Europeo para la Paz.

Departamento de Cauca

En Páez, Cauca, familias del Resguardo Indígena Cxab Wala Lucks lideran la producción eco-innovadora de detergentes para uso doméstico y de productos cosméticos provenientes del chambimbe.

El árbol Sapindus saponaria, conocido como jaboncillo o chambimbe, ha sido usado desde tiempos ancestrales por las comunidades rurales del Cauca. Este árbol es fuente natural de saponinas que actúan como espumantes no contaminantes 100% biodegradables.

El Resguardo tiene más de 20.000 árboles en producción, 5.000 de los cuales han sido sembrados en los últimos dos años y 5.000 más se sembrarán en breve en pequeñas fincas de familias cafeteras de los municipios de Páez e Inzá. Este es un ejemplo de producción consciente de comunidades que realizan sus actividades agrícolas de manera ecológica y con respeto ancestral a la madre tierra.

Este proceso es acompañado desde el 2017 por el proyecto PAZADENTRO: Madre Tierra, buen vivir y Paz.

Departamento de Caquetá

En el municipio de La Montañita, mujeres víctimas del conflicto armado y mujeres firmantes de paz conforman la Asociación de Mujeres Productoras de Esencias de Paz, ASMUPROPAZ. Con plantas aromáticas como el limoncillo producen aceites esenciales, cremas corporales, jabones y antibacteriales, a través de un modelo de producción sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Estos productos son comercializados bajo la marca Esencial.

Las mujeres que integran ASMUPROPAZ trabajan unidas por y hacia un objetivo común y son un claro ejemplo de reconciliación y de transformación de las comunidades en el camino hacia la paz.

En este mismo municipio también hace presencia la Asociación de Mujeres Rurales de Colombia y el Caquetá, ASMUCOCA, organización integrada por mujeres campesinas víctimas del conflicto armado, cuya actividad productiva se centra en el aprovechamiento del fruto de la canangucha, una palma utilizada ampliamente por las comunidades indígenas de esta región del país.

Este fruto que se cosecha sin necesidad de talar árboles, es transformado por la asociación en aceite vegetal y harina para la elaboración de cupcakes, yogurt y helados.

La iniciativa es un referente para las mujeres campesinas, generando sostenibilidad social, económica y ambiental en esta zona rural de la cuenca amazónica colombiana.

Estas apuestas son acompañadas desde 2018 por el proyecto Territorios Caqueteños Sostenibles para la Paz.

Departamento de Guaviare

Familias campesinas del municipio de El Retorno integran la Asociación de productores y comercializadores de caucho del Guaviare, ASOPROCAUCHO, dedicada a la producción, transformación y comercialización de caucho natural.

La asociación ha incorporado algunas innovaciones amigables con el medio ambiente en el tratamiento de la savia extraída del árbol del caucho. Dejar de usar amoniaco en el proceso de transformación del látex es una de ellas, y esto les ha permitido diversificar la oferta de sus productos, elaborando el adhesivo Aflatex, de origen 100% natural, para uso industrial y doméstico que ya está disponible en los mercados del departamento.

Este proceso es acompañado desde 2018 por el proyecto Caminemos Territorios Sostenibles.

Departamento de Putumayo

Finalizamos nuestro recorrido en Villagarzón, Putumayo, donde mujeres campesinas que forman parte de la Asociación de Productores de Chontaduro de Villagarzón, ASOCHON, lideran el proceso de transformación de este fruto, contribuyendo al fortalecimiento de la economía local, al mejoramiento de sus condiciones de vida y a la sustitución de cultivos ilícitos.

Cuentan con el certificado de Buenas Prácticas de Procesamiento, otorgado por el Instituto Colombiano Agropecuario, y recientemente con el registro del INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos). Bajo la marca AMACHON FRUT elaboran harina de chontaduro, hojuelas, mermeladas y conservas dulces y en salmuera, que comercializan en el mercado local y departamental hasta el momento.

La iniciativa ha significado la dinamización del rol de las mujeres y la mejora de su posición al interior de la asociación y en la cadena productiva del chontaduro.

Esta iniciativa es acompañada desde 2018 por el proyecto Rural Paz.

Para Ángela Guevara, Oficial de Cooperación de la Delegación de la Unión Europea en Colombia “estas iniciativas ubicadas en zonas donde el conflicto armado ha tenido presencia, que ha afectado las posibilidades para que las comunidades puedan desarrollar sus iniciativas productivas y que, ambientalmente son muy sensibles, representan el desarrollo sostenible con paz en los territorios”.

Sobre el Fondo Europeo para la Paz

El Fondo Europeo para la Paz es un mecanismo de cooperación de la Unión Europea creado para acompañar al gobierno colombiano en la implementación del Acuerdo de Paz, con énfasis en el Punto 1 de Desarrollo Rural Integral y Punto 3 en lo que concierne a la reincorporación de la población excombatiente de las FARC-EP a la vida civil. En el marco del Fondo se han puesto en marcha 31 intervenciones mediante las cuales se pretende contribuir a la reconciliación de la sociedad colombiana, a la reincorporación social y económica de excombatientes, a la equidad de género y la inclusión de sectores vulnerables de la población, al desarrollo rural sostenible e incluyente, y a la presencia legitimadora de Estado y la gobernanza local. La cobertura geográfica de las diferentes acciones del Fondo abarca 27 departamentos y 145 municipios del país.