¡Esta es una noticia como para chuparse los dedos! Se graduaron los primeros 50 cocineros de ‘Anfitriones para la Paz’ de Tumaco, una iniciativa que busca, a través de escuelas móviles de gastronomía, brindar oportunidades a jóvenes de zonas afectadas por el conflicto. 

Para que una receta sea exitosa es necesario sumar a unos buenos ingredientes, una muy buena mano de obra. Algo parecido sucede con la paz; su consolidación es posible gracias a una suma de esfuerzos entre comunidades, proyectos, autoridades locales, nacionales y cooperantes. Una mezcla ganadora trae como resultado un plato fuerte como el que hoy les vamos a presentar: el pasado 20 de diciembre, se graduaron los primeros 50 cocineros de las escuelas itinerantes ‘Anfitriones para la Paz’ de Tumaco (Nariño), una apuesta para llevar formación técnica de calidad a los municipios apartados del país, con el fin de brindar oportunidades económicas para jóvenes campesinos, afrodescendientes e indígenas, y contribuir a la construcción de paz en sus territorios.

Con el objetivo de llegar a estas poblaciones distantes, se diseñaron dos camiones escuela que permanecen aproximadamente cinco meses y medio en cada municipio y que están equipados en su interior con los insumos necesarios para que las y los jóvenes desarrollen sus clases prácticas de gastronomía. La idea de esta iniciativa, cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo para la Paz, ICCO Cooperación, Territorios de Oportunidad y Fundación Bolívar Davivienda es que, a través de la formación técnica en cocina, turismo y hospitalidad, los jóvenes se vinculen a trabajos estables y dignos y así puedan desarrollar sus ideas de negocio. Por esta razón y para promover el emprendimiento en Tumaco, dos de los jóvenes graduandos recibieron un capital semilla para iniciar sus emprendimientos gastronómicos

El camión escuela (Food truck), será el restaurante en el que los jóvenes comercializarán sus innovadores platos durante la temporada alta de turismo.

“Anfitriones para la Paz es una oportunidad que tenemos los jóvenes que no encontramos oportunidades en otros escenarios, para aprender, rescatar la identidad gastronómica y poder emprender. Yo sueño con tener mi propio restaurante con comida de nuestra región. Para mi este es un proyecto que rescata talentos en un lugar en donde en muchas ocasiones hay violencia” asegura Maryuri Ramos, una de las nuevas cocineras de la escuela de Tumaco. En la actualidad ‘Anfitriones para la Paz’ cuenta con más de 250 estudiantes en los municipios de Colón, Mocoa y Villagarzón en Putumayo y en el corregimiento de La Espriella (corredor rural de Tumaco) en Nariño, impulsando la construcción de paz en estos territorios afectados por el conflicto.