Cuando Andrea abre las puertas de la biblioteca de la comunidad de Santamaría, se abren también las puertas a miles de posibilidades, historias, universos y sueños, a través de la lectura. En el marco del Día Internacional del Libro, compartimos la historia de esta bibliotecaria, que desde su pequeño escritorio, genera grandes ideas.

Andrea Vera es habitante rural de la comunidad de Santamaría en Carmen del Darién, Chocó, tiene 36 años y es madre de seis hijos quienes son su motor para seguir estudiando y brindarles un mejor futuro. Se destaca en su territorio por ser una mujer comprometida con su comunidad, y siempre está convocando a jóvenes y adultos para que aprovechen los espacios formativos que llegan al centro poblado.

Desde hace diez años vive en esta comunidad, y cada día es la encargada de abrir las puertas de la pequeña biblioteca para que niños, niñas, jóvenes y adultos aprendan algo nuevo a través de los libros y el Internet. Pero su trabajo no solo se queda allí, desde su escritorio, como los libros que comparte con cada uno de los visitantes y que les abren las puertas a la imaginación y a los sueños, Andrea crea  un mundo de posibilidades, con estrategias para motivar a las familias a leer, invitar a padres a leerles a sus hijas e hijos; también realiza recorridos para llevar libros a niños y niñas de otras zonas veredales.

Uno de sus sueños es poder tener espacios óptimos de recreación para la infancia, pues niños y niñas no cuentan con un parque para jugar.

“Me siento muy orgullosa de mi comunidad, junto a mi gente me siento muy segura. Aquí estamos muy unidos, es muy bonito ver que llevamos ya años estando juntos, y de todos modos, cada día aprendemos algo nuevo del otro. Es un lugar que te permite respirar aire fresco todos los días y sentirte en familia”, afirma.

Este trabajo comunitario es combinado con la educación y cuidado de sus hijos, las tareas de su hogar y las responsabilidades con su estudio. Andrea es también participante del proyecto MIA del Fondo Europeo para la Paz, y se ha formado en las Escuelas Digitales Campesinas (EDC) en cinco cursos enfocados al liderazgo, la Alfabetización Digital, Conservación Ambiental, Comunicación y Periodismo Rural y Asociatividad y Emprendimiento. Es precisamente ella quien dispone el espacio de la biblioteca para la realización de los cursos y apoya el proceso de capacitación de sus compañeras.

Para Andrea, aprender es llenar el alma, en especial con los cursos del proyecto MIA a través de las EDC, pues considera que son propicios en su territorio: “Las unidades de estas formaciones de MIA tienen que ver con las necesidades de mi comunidad: han aprendido a usar la tecnología como una herramienta de solución a varias necesidades, como lo es el acceso a la educación. A través del estudio virtual, el campo va avanzando y no nos estamos atrasando, estamos conociendo herramientas que nos ayudan a progresar”, concluye.

Esta historia le aporta al Pilar Estratégico 1 del Fondo Europeo para la Paz: Reconciliación y disminución del conflicto, y al Pilar 3: Inclusión poblacional jóvenes, mujeres y grupos étnicos. Para conocer más sobre los Pilares Estratégicos, visita www.fondoeuropeoparalapaz.eu/pilares-estrategicos

Sobre el Fondo Europeo para la Paz

Es un mecanismo de cooperación de la Unión Europea, que tiene entre sus objetivos apoyar a Colombia en el desarrollo rural integral de las zonas más afectadas por el conflicto y apoyar la reincorporación social y económica de las víctimas y de excombatientes, en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz. Fue creado en diciembre de 2016 y cuenta con 127 millones de euros para apoyar proyectos de Paz en 26 departamentos y 98 municipios de Colombia (de los cuales 51 municipios son PDET y 16 municipios hacen parte de las Zonas Futuro o Zonas Estratégicas de Intervención Integral, ZEII).