Esta es la historia de Anyela Patricia, una mujer en proceso de reincorporación que se dedicará a enseñar en la vereda Miravalle en San Vicente del Caguán (Caquetá), a través de las Escuelas Digitales Campesinas de ACPO, con el apoyo del proyecto MIA, del Fondo Europeo para la Paz.

Miravalle se caracteriza por ser una vereda que hace honor a su nombre, puesto que su ubicación permite contemplar cada día el río Pato y las inmensas montañas de esta zona de clima templado en el departamento del Caquetá. Dentro de la vereda se encuentra el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Oscar Mondragón, hogar de excombatientes que ahora dedican sus vidas a trabajar en el cultivo de la tierra, la crianza de animales en producción y promover el turismo para el sustento económico de sus familias.

Esta tierra es el hogar de Anyela Patricia Cardozo, excombatiente que se suma al proceso de reincorporación para construir la Paz. Su forma de hacerlo: a través de la educación. Con el apoyo del proyecto Mujer Mestiza, Indígena y Afrodescendiente – MIA, del Fondo Europeo para la Paz, se formó como facilitadora educativa. Ella será quien acompañe los procesos de aprendizaje de las mujeres de su comunidad y de territorios cercanos.

Mi comunidad me apoya en todo este proceso y están muy contentos de que yo sea su facilitadora, esto me ayuda a mi realización personal y profesional. La llegada del proyecto MIA a estos territorios es muy importante porque tienen en cuenta a las mujeres campesinas en proceso de reincorporación, deberían llegar más proyectos como estos a territorios vulnerables que tienen demasiadas necesidades económicas, en salud y educación”, comenta Anyela.

Anyela se preparó para su rol como facilitadora gracias a las Escuelas Digitales Campesinas – EDC de Acción Cultural Popular – ACPO, uno de los socios implementadores del proyecto MIA, financiado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo para la Paz, en alianza con otras entidades como la Diócesis de San Vicente del Caguán y la Registraduría Nacional del Estado Civil. En las EDC ha adquirido conocimientos en alfabetización digital, liderazgo en comunidades rurales, derechos humanos, entre otros cursos formativos, con los cuales se prepara eficazmente para luego transmitir conocimiento, en este departamento que conoce y con el que siente un lazo de fraternidad.

Con preparación, todos y todas podemos enseñar para aportar a la paz

Según expresa Anyela, esta oportunidad es muy significativa para la comunidad de excombatientes, pues le demuestra a Colombia que las personas en proceso de reincorporación pueden adquirir cargos importantes al servicio de la sociedad, y que a través de estos se puede contribuir a disminuir los estigmas hacia esta población.

“Gracias a proyectos como MIA se están incluyendo nuestras comunidades, así podemos demostrar quiénes somos y que también estamos al servicio de la sociedad. Estoy contenta de poder aportar a la educación de mujeres que han tenido que pasar por momentos tan difíciles y que quieren crear un futuro diferente para ellas y sus familias”, dice Anyela.

Actualmente, la nueva facilitadora del proyecto MIA se encuentra focalizando los grupos de mujeres de su comunidad y de mujeres campesinas de fincas dentro de la Zona de Reserva Campesina El Pato Balsilla. De esta manera espera comenzar el proceso educativo con ellas a partir de los cursos que ofrecen las Escuelas Digitales Campesinas, con formación en: Derechos Humanos; Paz y Convivencia; Periodismo Rural; Huerta Casera; Cambio Climático; ‘Mi Proyecto de Vida en el Campo’; Valores Cívicos y Democráticos; Transformación de Alimentos y Alfabetización Digital.

El proyecto MIA también se desarrolla en el antiguo ETCR Héctor Ramírez en el municipio de La Montañita, y en los municipios de Florencia, Puerto Rico y San Vicente del Caguán en el departamento del Caquetá. Mientras tanto, en el departamento del Chocó, se lleva a cabo en el municipio de Carmen del Darién en el antiguo ETCR Las Brisas.

Dentro de las metas del proyecto se encuentra la conformación de una red de lideresas constructoras de paz; el diseño e implementación de iniciativas productivas; la creación de red de reporteras rurales y el fortalecimiento de infraestructura productiva. Estas metas están enfocadas a más de 270 mujeres en proceso de reincorporación y mujeres campesinas de las zonas focalizadas por MIA. Este proyecto se desarrolla gracias al financiamiento de la Unión Europea a través del Fondo Europeo para la Paz, que apoya a proyectos enfocados en productividad rural, conservación ambiental y construcción de Paz en Caquetá y otros departamentos del país.

Sobre el Fondo Europeo para la Paz

Es un mecanismo de cooperación de la Unión Europea, que tiene entre sus objetivos apoyar a Colombia en el desarrollo rural integral de las zonas más afectadas por el conflicto y apoyar la reincorporación social y económica de las víctimas y de excombatientes, en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz. Fue creado en diciembre de 2016 y cuenta con 121,6 millones de euros (más de 420 mil millones de pesos) para apoyar proyectos de Paz en 17 departamentos y 98 municipios de Colombia (de los cuales 51 municipios son PDET).