(Fotografía tomada antes de la pandemia) La apicultura ha brindado oportunidades de sostenibilidad ambiental en el sur del Meta, de generación de nuevos ingresos para familias productoras, y principalmente, de concientización sobre la protección de ecosistemas, con el apoyo del proyecto Mascapaz del Fondo Europeo para la Paz.

En el 2019, María Eugenia Sepúlveda decidió lanzarse, junto a otras nueve personas de la vereda El Dorado del municipio de Vistahermosa, a la aventura de la apicultura. “Nosotros siempre nos habíamos dedicado a trabajar en la agricultura y el ganado, pero no sabíamos nada de abejas. Por desconocimiento, muchos teníamos miedo a las picaduras”, confiesa.

Hoy por hoy, María Eugenia no solo ha aprendido a recolectarlas y a cultivarlas para obtener la miel, ella y su familia también se han sensibilizado sobre el gran valor que tienen las abejas para los ecosistemas de la región, una práctica que implementan junto con la agricultura, como una forma de generar nuevos ingresos, pero también para crear una sensibilidad sobre la importancia de las abejas en la protección de la biodiversidad. “Iniciamos con dos colmenas. Luego, junto con mi esposo y mi yerno comenzamos a recolectar las que se encontraban en los alrededores y que muchas veces estaban en riesgo porque afectaban al ganado”. 

Con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de las familias rurales del sur del Meta, el proyecto Macarena Sostenible con más Capacidad para la Paz – Mascapaz, financiado por el Fondo Europeo para la Paz de la Unión Europea en Colombia, favoreció a 61 productores de los municipios de Mesetas, Vistahermosa y San Juan de Arama con la actividad de apicultura.

 “Esta actividad buscó, principalmente, la concienciación de la protección de las abejas para la conservación de los ecosistemas naturales, especialmente de la flora de la región”, explica Gildardo Franco, ingeniero agrícola de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Área de Manejo Especial de La Macarena – Cormacarena.

Los beneficiarios fueron capacitados por Cormacarena que, junto al Instituto SINCHI, la Gobernación del Meta, la Agencia de Infraestructura del Meta, la Corporación Desarrollo para la paz del Piedemonte Oriental (Cordepaz), y la Corporación por la Defensa Ambiental y el Desarrollo Sostenible del AMEM (Corpoamem), ejecuta el proyecto Mascapaz.

Los campesinos contaron con orientación sobre la importancia ambiental y económica de la protección de las abejas y las herramientas básicas para el manejo de apiarios. También recibieron equipos para extracción de la miel, indumentaria, literatura y dos colmenas con abejas para ser instaladas en los predios de los participantes.

Para dar continuidad a este proceso, los productores como María Eugenia que decidieron continuar con la actividad apícola han tenido, además, acompañamiento técnico.

Un año después de iniciarse en la apicultura, María Eugenia cuenta en su finca con 16 colmenas. Su meta es llegar a 25 para empezar la producción de propóleo y jalea real. “Gracias a Mascapaz y a la capacitación y acompañamiento de Cormacarena le cogimos amor a esta actividad y nos dimos cuenta de que es una alternativa que sí deja recursos y que aporta al objetivo que como vereda tenemos que es ser autosostenibles con los alimentos que nosotros mismos cultivamos”.

Esta iniciativa del proyecto Mascapaz fortalece otro renglón productivo en una región que posee diversos bosques y gran cantidad de fuentes hídricas que se pueden aprovechar con la actividad del manejo de las abejas. 

“Con la apicultura se espera que los habitantes de la región mejoren su dieta alimenticia y que el productor tenga en cuenta que un árbol no solo se puede explotar para madera, sino que sirve de hábitat para las abejas que generan productos como la miel, el polen y los propóleos, los cuales traen mayores beneficios económicos para su núcleo familiar”, agrega Franco. En total se beneficiaron 61 familias; 21 provenientes de Vistahermosa, 22 de Mesetas y 18 de San Juan de Arama. “Con la apicultura damos un paso más en la consolidación del departamento del Meta como una potencia en este campo”, concluye Franco.

Esta historia aporta al pilar 4 del Fondo Europeo para la Paz: Productividad Sostenible e Incluyente. Para conocer más sobre los pilares estratégicos, visita: www.fondoeuropeoparalapaz.eu/pilares-estrategicos

Sobre el Fondo Europeo para la Paz

Es un mecanismo de cooperación de la Unión Europea, que tiene entre sus objetivos apoyar a Colombia en el desarrollo rural integral de las zonas más afectadas por el conflicto y apoyar la reincorporación social y económica de las víctimas y de excombatientes, en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz. Fue creado en diciembre de 2016 y cuenta con 127 millones de euros para apoyar proyectos de Paz en 26 departamentos y 98 municipios de Colombia (de los cuales 51 municipios son PDET).